lunes, 22 de agosto de 2011

MODULO DE EDUCACIÓN INDIVIDUALIZADA, REMEDIAL DE LA SEMANA DEL 29/VIII AL 2/IX.

Tareas del módulo de educación individualizada.
Primera tarea:
Lea detenidamente el artículo ZOOSEMIÓTICA.
Segunda tarea:
Estudie las palabras sobre las que pueden tener dudas, Use los recursos de la Internet:
Cibernética
Codificación
Caja Negra
Icónico
Tercera Tarea:
Conforme un grupo de mínimo tres personas y máximo cinco, y resuelva los siguientes temas en respuestas redactadas y consistentes:
1.- ¿Al hablar de comunicación animal estamos refiriéndonos a situaciones sociales de comunicación?
2.- ¿Qué diferencias y qué similitudes encuentran entre las sociedades animales y las humanas más primitivas?
Para resolver este tema revisen, demás de lo expuesto en el artículo ZOOSEMIÓTICA, el siguiente enlace.
3.- Haga el diagrama del modelo de la comunicación que aparece descrito en la pag. 2.
4.- Dé, en sus palabras, una definición de los canales: químico, óptico, táctil y acústico de la comunicación animal.
5.- De un ejemplo del uso de cada uno de esos canales entre los animales.
6.- De un ejemplo del uso de esos canales entre los humanos, p.ej.: el uso de perfumes para atraer al otro sexo.
7.- Diga, finalmente, para qué estudiar algo como la zoosemiótica en una licenciatura en Comunicación Social.
Las respuestas a los temas se las recibirá por escrito en la segunda semana de septiembre/2011.

Segunda Lectura

Atentos a todo... y a nada
SERGIO FANJUL
El País, 12/05/2011

Recuerden cuando el mundo era (un poco) más tranquilo. Solo había un par de canales de televisión. Las cartas postales cuidadosamente manuscritas tardaban días o semanas en ir de una mano a otra. Los periódicos contaban lo que había pasado ayer. Y a los amigos los veíamos de tarde en tarde alrededor de la mesa de algún bar. Ahora, en cambio, vivimos en mitad de una avalancha. El acelerón de la tecnología ha provocado que la información nos bombardeé a discreción, sin piedad y en todas direcciones, y que el contacto con el prójimo se haga constante e instantáneo gracias al teléfono móvil, el e-mail y las redes sociales. Si antes mirábamos el mundo a través de la ventana, ahora miles de ventanas que se abren simultáneas y meten el mundo en nuestro ordenador. Esta nueva forma de existencia, hiperconectada e instantánea, tiene sus ventajas, claro está, pero también sus desventajas. El estrés, la ansiedad informativa, la confusión, la superficialidad o la falta de atención son algunos de ellos. "Infoxicación" lo llama el físico Alfons Cornellá, fundador de la consultora sobre nuevas tendencias Infonomía, un neologismo que mezcla la información y la intoxicación. Se produce cuando la información recibida es mucho mayor que la que somos capaces de procesar, con consecuencias negativas.

"En el momento en que aun no has acabado de digerir algo, ya te está llegando otra cosa", dice Cornellá, "la entrada constante de información, en un mundo always on (siempre encendido), te lleva a no tratar ninguna información en profundidad. Cuando la información es demasiada todo es lectura interruptus. El fenómeno se desboca cuando todos pasamos a ser productores de información, y cuando los instrumentos para producirla son mejores que los instrumentos para organizarla y buscarla. Todos sabemos usar un procesador de texto, pero pocos saben buscar información de calidad con criterio". En efecto, hoy día la actividad es frenética: "Se calcula que entre el nacimiento de la escritura y el año 2003 se crearon cinco exaby tes (billones de megabytes de información). Pues bien, esa cantidad de información se crea ahora cada dos días", informa el especialista en redes David de Ugarte. "La posibilidad de emitir información codificada se ha ido democratizando: primero como escritura, luego como imagen, etcétera. Piensa cuánta gente podía escribir un texto a principios del siglo XIX, o cuanta hacer una foto a principios del XX... Y compáralo con hoy".

Una información que, además, salta de un lugar a otro como pulgas en una sábana: en España se envían 563 millones de correos al día, según la consultora Contactlab, y cada español recibe, de media, unos 23 correos diarios que debe gestionar (en algunos casos llegan a cientos), y que ahora, además de en el ordenador, también recibimos en nuestros smart phones (teléfonos inteligentes). Y eso sin contar lo que se cuela a través de redes sociales como Facebook y Twitter. Según la Asociación para la Investigación de Medios de Comunicación (AIMC), el 37% de los españoles se conecta entre 10 y 30 horas semanales. El 9% lo hace más de sesenta horas. Cada vez pasamos más tiempo en este mundo de los unos y ceros y menos en el de la carne y los huesos: "Las horas dedicadas diariamente al uso de aparatos electrónicos prácticamente se ha duplicado desde 1987, mientas que la interacción cara a cara caía desde unas seis horas a poco más de dos", según explica José Antonio Redondo en su libro sobre redes sociales Socialnets (Península).

Y todo esto cansa a la mente. El psicólogo David Lewis creó el concepto de Síndrome de Fatiga Informativa, en su informe Dying for information? (¿Muriendo por la información?) elaborado para la agencia Reuters. Se da en personas que tienen que lidiar con toneladas de información procedente de libros, periódicos, faxes, correos electrónicos, etcétera, y que, según Lewis, provoca la parálisis de la capacidad analítica, ansiedad y dudas, y conduce a malas decisiones y conclusiones erróneas. Dos tercios de los 1.300 profesionales entrevistados por Reuters achacaron al estrés producido por manejar altos flujos de información daños en sus relaciones personales, baja satisfacción laboral y tensión con sus colegas. "El exceso es más perjudicial que provechoso", opina Jorge Franganillo, profesor de Información y Documentación de la Universidad de Barcelona.

"Durante siglos hemos asociado más información a más libertad. Sin embargo, hoy día, no por tener más donde elegir tenemos más libertad ni estamos más satisfechos. La información es imprescindible en la vida moderna, pero en exceso es asfixiante y resulta difícil de procesar. Al final, más es menos". Nos puede incluso hacer menos productivos, como observó el psicólogo británico Amir Khaki, de AK Consulting, estudiando el comportamiento de un grupo de ejecutivos: la consulta continua de la BlackBerry aumenta el estrés y reduce la productividad. Uno de los sujetos del estudio tardaba el triple de tiempo en rellenar impresos comunes por la constante distracción de su teléfono inteligente. "La presión que provoca la sobrecarga informativa retrasa decisiones importantes o hace que se tomen medidas sin la suficiente reflexión. Y causa también una fricción informativa que dispersa la atención y aumenta la fatiga. La energía física e intelectual que consumimos para obtener la información correcta se desperdicia si no hacemos algo útil con ella", dice Franganillo. Y, por mucho tiempo que invirtamos, siempre tenemos la impresión de que se nos está escapando algo. "Esta sobreabundancia hace que pocos elementos de entre todo ese mar resalten y queden fijados a nuestra memoria, que hoy se encuentra medio perdida al no poder atar datos con situaciones y lugares concretos.Muchas cosas pasan desapercibidas, miradas sin ser vista", dice Roberto Balaguer, psicólogo especialista en Internet.

Superficialidad

La superficialidad es otra de las posibles consecuencias del maremagno actual, como señala el autor Nicholas Carr en su libro Superficiales. ¿Qué está haciendo Internet con nuestras mentes? (Taurus), de reciente aparición. Carr, licenciado en Literatura, advirtió que su capacidad de concentración en la lectura de textos largos era cada vez menor. La causa: su actividad multitarea, atento a la vez a la web, el Twitter, el teléfono, el Skype, el Facebook... "Internet nos incita a buscar lo breve y lo rápido y nos aleja de la posibilidad de concentrarnos en una sola cosa", declaró en una entrevista a Bárbara Celis en EL PAÍS. "La multitarea, instigada por el uso de Internet, nos aleja de formas de pensamiento que requieren reflexión y contemplación, nos convierte en seres más eficientes procesando información pero menos capaces para profundizar en esa información y al hacerlo no solo nos deshumanizan un poco sino que nos uniformizan". Por supuesto, Carr cerró sus perfiles en las redes sociales.

No todos son tan pesimistas. "Mi hijo juega mucho al Call of Duty (un frenético videojuego bélico). Puedo pensar que está perdiendo el tiempo, o incluso que está enganchado, o pensar que se está preparando para un nuevo mundo donde los estímulos serán mayores, y la información más cambiante. El mundo que viene probablemente sea más parecido a Call of Duty que a Guerra y paz", opina Xabier Carbonell, profesor de Psicología en la Universidad Ramón Llull. "No creo que sea un problema, sino cuestión de aprendizaje. Fíjate, mi madre me decía '¿cómo puedes estudiar con la radio puesta?'. Y compáralo con todo lo que hay ahora... La tecnología está produciendo un cambio cognitivo importante". Cada vez somos más multitarea y esto es irreversible. "Son las habilidades que, por otro lado, cada vez valora más el mercado laboral: empleados que tengan esa habilidad de gestionar en contextos de saturación de información", coincide Fernando Garrido, del Observatorio para la Cibersociedad. ¿Cómo gestionar esta cantidad ingente de información? La respuesta es obvia: tomándonoslo con calma. Desconectándonos un rato: apagar el ordenador, la televisión, silenciar el teléfono.

Ahondar en el trato humano y pausado. Adoptar un hobby alejado de los gadgets tecnológicos. Salir a la calle. "Algunos médicos han indicado las siestas como una manera de contrarrestar la neblina digital de la sobreinformación", sugiere Balaguer. "No dedicarse a leer y contestar el correo en cualquier momento, sino solo a determinadas horas de la jornada laboral, de manera que sea una parte de tu agenda y no te interrumpa constantemente", recomienda Redondo. Y eligiendo solo lo provechoso. "La avalancha de información que se puede gestionar mejor si establecemos prioridades. Hemos de tener claro qué temas nos interesan, centrar la atención en pocas áreas y procurar que sean lo bastante concretas. No se puede pretender estar al día de muchos temas o de temas demasiado amplios: ya en 1550 el teólogo Juan Calvino se quejaba de que había tantos libros que ni siquiera tenía tiempo de leer los títulos", dice Franganillo. Como apunta Cornellá: "Hay que escoger muy bien las fuentes de información. Dedicar parte del mejor tiempo del día a la información de calidad. Cuanta más de esta manejas, más capaz eres de discriminar que lo que tienes delante es pura basura. La buena información, la relevante, desinfoxica".

Tercera Lectura



Diez formas distintas de manipulación mediática

Yohandry's weblog


Noam Chomsky elaboró la lista de las “10 Estrategias de Manipulación” a través de los medios. En su libro “Armas Silenciosas para Guerras Tranquilas” Chomsky hace referencia a ese escrito en su decálogo de las “Estrategias de Manipulación”.

1- LA ESTRATEGIA DE LA DISTRACCIÓN.

El elemento primordial del control social es la estrategia de la distracción, que consiste en desviar la atención del público de los problemas importantes y de los cambios decididos por las elites políticas y económicas, mediante la técnica del diluvio o inundación de continuas distracciones y de informaciones insignificantes.

La estrategia de la distracción es igualmente indispensable para impedir al público interesarse por los conocimientos esenciales en el área de la ciencia, la economía, la psicología, la neurobiología o la cibernética.

“Mantener la Atención del público distraída, lejos de los verdaderos problemas sociales, cautivada por temas sin importancia real. Mantener al público ocupado, ocupado, ocupado, sin ningún tiempo para pensar; de vuelta a granja como los otros animales (cita del texto 'Armas silenciosas para guerras tranquilas')”.

2- CREAR PROBLEMAS Y DESPUÉS OFRECER SOLUCIONES.

Este método también se denomina “problema-reacción-solución”. Se crea un problema, una “situación” prevista para causar cierta reacción en el público, a fin de que éste sea el que demande las medidas que se desea hacer que se acepten. Por ejemplo: dejar que se desenvuelva o se intensifique la violencia urbana, u organizar atentados sangrientos, a fin de que el público sea el que demande leyes de seguridad y políticas en perjuicio de la libertad.

O también: crear una crisis económica para hacer que se acepten como manes necesarios el retroceso de los derechos sociales y el desmantelamiento de los servicios públicos.

3- LA ESTRATEGIA DE LA GRADUALIDAD.

Para hacer que se acepte una medida inaceptable, basta con aplicarla gradualmente, con cuentagotas, por años consecutivos. De esa manera las condiciones socioeconómicas radicalmente nuevas (neoliberalismo) se impusieron durante las décadas de 1980 y 1990

Estado mínimo, privatizaciones, precariedad, flexibilidad, desempleo masivo, salarios que ya no aseguran ingresos decentes, tantos cambios que habrían provocado una revolución si se hubieran aplicado de una sola vez.

4- LA ESTRATEGIA DE DIFERIR.

Otra manera de hacer que se acepte una decisión impopular es la de presentarla como "dolorosa y necesaria”, obteniendo la aceptación pública, en el momento, para una aplicación futura. Es más fácil aceptar un sacrificio futuro que un sacrificio inmediato.

Primero porque el esfuerzo no es empleado inmediatamente. Luego, porque el público, la masa, tiene siempre la tendencia a esperar ingenuamente que “todo irá mejorar mañana” y que el sacrificio exigido se podría evitar. Esto da más tiempo al público para acostumbrarse a la idea del cambio y aceptarla con resignación cuando llegue el momento.

5- DIRIGIRSE Al PÚBLICO COMO A CRIATURAS DE POCA EDAD.

La mayoría de la publicidad dirigida al gran público utiliza discursos, argumentos, personajes y entonación particularmente infantiles, muchas veces próximos a la debilidad, como si el espectador fuese una criatura de poca edad o un deficiente mental.

Cuanto más se pretende engañar al espectador, más se tiende a adoptar un tono infantilizante. Por qué? “Si uno se dirige a una persona como si ésta tuviese 12 años o menos, entonces, en razón de la sugestión, ella tenderá, con cierta probabilidad, a una respuesta o reacción también desprovista de un sentido crítico como la de una persona de 12 años o menos (ver “Armas silenciosas para guerras tranquilas”)”.

6- UTILIZAR EL ASPECTO EMOCIONAL MUCHO MÁS QUE LA REFLEXIÓN.

Hacer uso del aspecto emocional es una técnica clásica para causar un cortocircuito en el análisis racional, y finalmente en el sentido critico de los individuos. Por otra parte, la utilización del registro emocional permite abrir la puerta de acceso al inconsciente para implantar o injertar ideas, deseos, miedos y temores, compulsiones, o inducir comportamientos…

7- MANTENER AL PÚBLICO EN LA IGNORANCIA Y LA MEDIOCRIDAD.

Hacer que el público sea incapaz de comprender las tecnologías y los métodos utilizados para su control y su esclavitud. “La calidad de la educación dada a las clases sociales inferiores debe ser la mas pobre y mediocre posible, de forma que la distancia de la ignorancia que planea entre las clases inferiores y las clases sociales superiores sea y permanezca imposible de alcanzar para las clases inferiores (ver ‘Armas silenciosas para guerras tranquilas)”.

8- ESTIMULAR AL PÚBLICO A SER COMPLACIENTE CON LA MEDIOCRIDAD.

Promover al público a creer que es moda el hecho de ser estúpido, vulgar e inculto…

9- REFORZAR LA AUTOCULPABILIDAD.

Hacer creer al individuo que sólo él es el culpable de su propia desgracia debido a la insuficiencia de su inteligencia, de sus capacidades, o de sus esfuerzos. Así, en lugar de rebelarse contra el sistema económico, el individuo se minusvalora y se culpa, lo que genera un estado depresivo, uno de cuyos efectos es la inhibición de su acción. ¡Y sin acción no hay revolución!

10- CONOCER A LOS INDIVIDUOS MEJOR DE LO QUE SE CONOCEN ELLOS MISMOS.

En el transcurso de los últimos 50 años, los avances acelerados de la ciencia han generado una creciente brecha entre los conocimientos del público y los que poseen y utilizan las elites dominantes.

Gracias a la biología, la neurobiología y la psicología aplicada, el “sistema” ha disfrutado de un conocimiento avanzado del ser humano, tanto de forma física como psicológica. El sistema ha conseguido conocer mejor al individuo común de lo que éste se conoce a sí mismo. Esto significa que, en la mayoría de los casos, el sistema ejerce un control mayor y un gran poder sobre los individuos, mayor que el de los individuos sobre sí mismos.

Noam Chomsky. Filósofo, activista, autor y analista político estadounidense. Es profesor emérito de Lingüística en el MIT y una de las figuras más destacadas de esta ciencia en el siglo XX. Reconocido en la comunidad científica y académica por sus importantes trabajos en teoría lingüística y ciencia cognitiva.

Noam Chomsky elaboró la lista de las “10 Estrategias de Manipulación” a través de los medios. En su libro “Armas Silenciosas para Guerras Tranquilas” Chomsky hace referencia a ese escrito en su decálogo de las “Estrategias de Manipulación”.

1- LA ESTRATEGIA DE LA DISTRACCIÓN.

El elemento primordial del control social es la estrategia de la distracción, que consiste en desviar la atención del público de los problemas importantes y de los cambios decididos por las elites políticas y económicas, mediante la técnica del diluvio o inundación de continuas distracciones y de informaciones insignificantes.

La estrategia de la distracción es igualmente indispensable para impedir al público interesarse por los conocimientos esenciales en el área de la ciencia, la economía, la psicología, la neurobiología o la cibernética.

“Mantener la Atención del público distraída, lejos de los verdaderos problemas sociales, cautivada por temas sin importancia real. Mantener al público ocupado, ocupado, ocupado, sin ningún tiempo para pensar; de vuelta a granja como los otros animales (cita del texto 'Armas silenciosas para guerras tranquilas')”.

2- CREAR PROBLEMAS Y DESPUÉS OFRECER SOLUCIONES.

Este método también se denomina “problema-reacción-solución”. Se crea un problema, una “situación” prevista para causar cierta reacción en el público, a fin de que éste sea el que demande las medidas que se desea hacer que se acepten. Por ejemplo: dejar que se desenvuelva o se intensifique la violencia urbana, u organizar atentados sangrientos, a fin de que el público sea el que demande leyes de seguridad y políticas en perjuicio de la libertad.

O también: crear una crisis económica para hacer que se acepten como manes necesarios el retroceso de los derechos sociales y el desmantelamiento de los servicios públicos.

3- LA ESTRATEGIA DE LA GRADUALIDAD.

Para hacer que se acepte una medida inaceptable, basta con aplicarla gradualmente, con cuentagotas, por años consecutivos. De esa manera las condiciones socioeconómicas radicalmente nuevas (neoliberalismo) se impusieron durante las décadas de 1980 y 1990

Estado mínimo, privatizaciones, precariedad, flexibilidad, desempleo masivo, salarios que ya no aseguran ingresos decentes, tantos cambios que habrían provocado una revolución si se hubieran aplicado de una sola vez.

4- LA ESTRATEGIA DE DIFERIR.

Otra manera de hacer que se acepte una decisión impopular es la de presentarla como "dolorosa y necesaria”, obteniendo la aceptación pública, en el momento, para una aplicación futura. Es más fácil aceptar un sacrificio futuro que un sacrificio inmediato.

Primero porque el esfuerzo no es empleado inmediatamente. Luego, porque el público, la masa, tiene siempre la tendencia a esperar ingenuamente que “todo irá mejorar mañana” y que el sacrificio exigido se podría evitar. Esto da más tiempo al público para acostumbrarse a la idea del cambio y aceptarla con resignación cuando llegue el momento.

5- DIRIGIRSE Al PÚBLICO COMO A CRIATURAS DE POCA EDAD.

La mayoría de la publicidad dirigida al gran público utiliza discursos, argumentos, personajes y entonación particularmente infantiles, muchas veces próximos a la debilidad, como si el espectador fuese una criatura de poca edad o un deficiente mental.

Cuanto más se pretende engañar al espectador, más se tiende a adoptar un tono infantilizante. Por qué? “Si uno se dirige a una persona como si ésta tuviese 12 años o menos, entonces, en razón de la sugestión, ella tenderá, con cierta probabilidad, a una respuesta o reacción también desprovista de un sentido crítico como la de una persona de 12 años o menos (ver “Armas silenciosas para guerras tranquilas”)”.

6- UTILIZAR EL ASPECTO EMOCIONAL MUCHO MÁS QUE LA REFLEXIÓN.

Hacer uso del aspecto emocional es una técnica clásica para causar un cortocircuito en el análisis racional, y finalmente en el sentido critico de los individuos. Por otra parte, la utilización del registro emocional permite abrir la puerta de acceso al inconsciente para implantar o injertar ideas, deseos, miedos y temores, compulsiones, o inducir comportamientos…

7- MANTENER AL PÚBLICO EN LA IGNORANCIA Y LA MEDIOCRIDAD.

Hacer que el público sea incapaz de comprender las tecnologías y los métodos utilizados para su control y su esclavitud. “La calidad de la educación dada a las clases sociales inferiores debe ser la mas pobre y mediocre posible, de forma que la distancia de la ignorancia que planea entre las clases inferiores y las clases sociales superiores sea y permanezca imposible de alcanzar para las clases inferiores (ver ‘Armas silenciosas para guerras tranquilas)”.

8- ESTIMULAR AL PÚBLICO A SER COMPLACIENTE CON LA MEDIOCRIDAD.

Promover al público a creer que es moda el hecho de ser estúpido, vulgar e inculto…

9- REFORZAR LA AUTOCULPABILIDAD.

Hacer creer al individuo que sólo él es el culpable de su propia desgracia debido a la insuficiencia de su inteligencia, de sus capacidades, o de sus esfuerzos. Así, en lugar de rebelarse contra el sistema económico, el individuo se minusvalora y se culpa, lo que genera un estado depresivo, uno de cuyos efectos es la inhibición de su acción. ¡Y sin acción no hay revolución!

10- CONOCER A LOS INDIVIDUOS MEJOR DE LO QUE SE CONOCEN ELLOS MISMOS.

En el transcurso de los últimos 50 años, los avances acelerados de la ciencia han generado una creciente brecha entre los conocimientos del público y los que poseen y utilizan las elites dominantes.

Gracias a la biología, la neurobiología y la psicología aplicada, el “sistema” ha disfrutado de un conocimiento avanzado del ser humano, tanto de forma física como psicológica. El sistema ha conseguido conocer mejor al individuo común de lo que éste se conoce a sí mismo. Esto significa que, en la mayoría de los casos, el sistema ejerce un control mayor y un gran poder sobre los individuos, mayor que el de los individuos sobre sí mismos.

Noam Chomsky. Filósofo, activista, autor y analista político estadounidense. Es profesor emérito de Lingüística en el MIT y una de las figuras más destacadas de esta ciencia en el siglo XX. Reconocido en la comunidad científica y académica por sus importantes trabajos en teoría lingüística y ciencia cognitiva.

jueves, 11 de agosto de 2011

Primera lectura de Fundamentos de la Comunicación

LA MISERIA DEL DEPORTE
Por Alvaro Mutis
Me preocupa el creciente interés del hombre por los espectáculos deportivos. Bien pronto derivaremos a la vida castrada y aséptica de los estadios, respiraremos bien pronto la atmósfera húmeda y densa de las sucias toallas de los atletas. El deporte es una actividad humillada y miseranda. El deportista nada arriesga, cultiva sus músculos y adiestra sus reflejos para exhibirse ante una multitud enclenque, de ideas usadas y agrias. El público hace del atleta su ídolo, le atribuye virtudes que quisiera poseer, y, detrás de la opulenta trabazón de músculos, supone atributos heroicos que no existen, aún más, que el atleta niega. Es éste un eunuco que la multitud cubre con deseos imposibles y antiguos, ya perdidos hace tiempo. De allí que el deporte, como la prostitución y el alcohol, se convierta en una pingüe industria en manos de mercaderes inescrupulosos. Mercaderes de atletas. A Grecia debemos esta vergüenza. Los obtusos atletas griegos inventaron el logos y los métodos de razonamiento que rigen hasta hoy y que han ahogado la preciosa fuente del misterio, el fluir natural y fértil del inconsciente que distingue a pueblos anteriores y contemporáneos al heleno. Después, en Roma, cuando quienes vigilaban la vasta frontera del imperio eran soldados de razas nuevas y sanguinarias, los romanos se extasiaban en el circo, clausurando un mundo. Mala época la de los atletas.Cuando un hombre ha hecho de su cuerpo un instrumento seguro, armónico y potente, debe arriesgarlo a cada paso. Arriesgarlo para su placer, para su enaltecimiento individual, sin testigos ni intrusos. De allí el prestigio imponderable del Renacimiento. El hombre se hizo fornido y ágil con el fin de poder matar e impedir que lo mataran; preparaba su cuerpo para gozar de la vida en toda su densa corriente. Cuando el Condotiero buscó público y paga y, en lugar de matar a su enemigo, le permitió huir maltrecho, se convirtió en matón. Y cuando dos matones, al terminar la pelea, se abrazaron en medio de los vítores del público frenético, nacía de nuevo el deportista. El gran símbolo de nuestra época infame, En la guerra, las gentes respiran hoy embelesadas el aire podrido de los estadios y olvidan la hermosa y casta serenidad de los aeródromos, la gracia de medusa metálica de los submarinos, la gloria de la muerte, de la muerte porque sí.No es una decadencia esta afición presente por el deporte. Es la señal de que ha llegado nuestra hora más miserable, una hora que ha sonado varias veces para el hombre, pero nunca con tan convincente llamado como ahora.El hombre del estadio, el fanático de los atletas, es capaz de todas las ruindades y miserias. Hace mucho tiempo que ya no es hombre. Ha escogido como fuente de su entusiasmo una ruin turba de pobres eunucos adiestrados. El hombre del estadio engrosó las filas de la Gestapo -el nazismo fue una doctrina de estadio-, trabaja para la MVD soviética, lanzó la atómica en Hiroshima, asoló Europa en nombre de la Libertad y, hoy, comercia aterrado en la O.N.U. Cada día se nos impone como doctrina una nueva miseria ideológica, fermentada bajo las plomizas escaleras de los estadios. La participación colectiva y frenética del ser en sistemas que encierran su destrucción sin gloria, su desleimiento en el ambiente tibio de los gimnasios, se extiende peligrosamente corno una plaga.La peor vergüenza que pesa hoy sobre el hombre, es el no poder morir solo. Tener que llegar a su fin compartiendo propósitos e ideales, fraguados por los mercaderes de atletas: ellos determinan su muerte y, lo que es peor, la despojan de toda la serena belleza que la distinguió antaño. Los cruzados pudriéndose dentro de sus armaduras al sol del desierto poblado de leones; El Valentino desnudo, fija su negra mirada en el claro cielo de una madrugada aragonesa, destrozado su cuerpo por las lanzas de la emboscada; el granadero con la sangre de sus heridas congelada a orillas del Berezina; el piloto de la RAF abatido sobre la campiña bucólica y señorial de su patria, todos estos muertos felices, dueños y señores de su fin, gozaron de un privilegio que le será negado a sus hermanos de hoy.Denuncio la vergüenza del Deporte. Condeno la pantomima dopada de los estadios. Moriremos víctimas de las artimañas de los traficantes del estéril ejerzo muscular. Nos matará un onanismo colectivo sin la gloria de un largo deseo. Dejaremos como herencia a nuestros hijos la habilidosa y ruin gracia de los futbolistas, el rictus congestionado de los routiers. la fea mueca que se pega al rostro de los corredores, la malicia de ghetto de los beibolistas, la grasa afeminada que rodea la cintura de los nadadores, la falsa furia de los boxeadores, la triste agilidad de barriada de los jockeys. Lamentemos la ausencia luminosa de los guerreros ciegos de lanzas, quietas estatuas de sangre que perpetúan una muerte magnífica. Lloremos por nuestros hijos, nacidos bajo la sombra de los estadios, burdeles de gloria.